Autor Antoni Conejo: pintor dibujante.
Mediante el estilo procure facilitar la expresión plástico-visual en el plano.
Desarrolle, en forma paralela, las propias capacidades expresivas plástico-visuales, por medio de experiencias creativas, procurando desarrollar al máximos potencialidades y capacidades, así como descubrir las propiedades estéticas y expresivas de algunos materiales empleados en la bidimensionalidad. Las formas adquieren su significado dentro del espacio, estructurándose en una composición. El artista ha de ordenar, de manera lógica, todos los elementos para que cumplan su función en el estilo del cuadro, siendo esta sabia distribución de formas lo que hará más o menos válida la obra de arte. El lenguaje artístico es complejo y cambiante, pero obedece al estilo a una cierta lógica compositiva que, si se transgrede, puede provocar en el espectador una clara sensación de rechazo. Estilo y lógica, no son reglas rígidas, ya que estas últimas, sin estilo han llevado a muchos pintores ha resultados francamente negativos. El artista pintor ha de conocer las reglas, aprenderlas y después olvidarlas. Sólo así es como se consigue un lenguaje propio e individual -“un estilo”- que pueda diferenciarme de los demás artistas. Hay que hacer notar que en el transcurso de la Historia del Arte, los gustos han cambiado, los dogmatismos han variado, la praxis pictórica se ha enriquecido y los enfrentamientos estéticos han sido frecuentes. No es posible resumir el devenir histórico en un proceso de infancia, madurez y senectud que nos llevaría a una visión del arte evolutiva y no relacionada con una realidad sociocultural, sino que en el estilo se trata analizar el arte desde dentro, en cada momento. El estilo con un lenguaje propio, que dentro de el alberga obras infantiles, maduras y decrépitas. En el aspecto personal, la obra se puede decantar hacia uno u otro estilo. Lo único deseable es que nadie hablara de estilos evolucionados o neonatos, mejores o peores. La obra pictórica está ahí para valorarla dentro de su mismo estilo, no para que la comparemos con obras de otros momentos. La técnica puede evolucionar, incidir en la conformación de la obra, pero nunca elevar una composición por encima de las demás.